¿Es buen momento para invertir en S&P 500? Análisis sin filtros

Última actualización: 16 de abril de 2025

Vamos directos al grano. Estás aquí porque te preguntas, con la que está cayendo en abril de 2025 –inflación, aranceles, ruido geopolítico–, si es buen momento para invertir en el índice S&P 500.

Es buen momento para invertir en S&P 500

Es la duda eterna, la que surge cada vez que el mercado tiembla. Y es normal sentirse perdido. Hay demasiado ruido ahí fuera, demasiados «gurús» vendiendo humo y respuestas fáciles. Equivocarte con tu dinero duele, y mucho. No solo en el bolsillo, sino en tu tranquilidad.

Mi objetivo aquí no es darte una palmadita en la espalda ni decirte lo que quieres oír. Es ofrecerte un análisis claro, basado en hechos y en la realidad del mercado actual. Quiero que TÚ tomes una decisión informada, sabiendo dónde te metes. Olvídate de atajos: la inversión seria requiere análisis, estrategia y disciplina, no fe ciega.

Vamos a desmontar la situación pieza por pieza:

  • Qué es el S&P 500 (y su trampa oculta).
  • La historia real: rentabilidad sí, pero sustos también.
  • El escenario HOY (abril 2025): los riesgos sobre la mesa.
  • La balanza: ¿compensa entrar ahora? pros y (muchos) contras.
  • Estrategias que SÍ funcionan (si eres constante).
  • Más allá del S&P 500: El poder olvidado de la diversificación global.
  • Cómo empezar desde España (pasos prácticos).
  • Conclusión: La decisión es tuya (pero tómala con cabeza).

Invertir SIEMPRE implica riesgo. Asúmelo, entiéndelo y actúa con esa idea grabada a fuego.

¿Listo para un análisis que te haga pensar de verdad? Empezamos.


Índice de contenido:

Qué es el S&P 500: Más allá del titular

Simplificando mucho: el S&P 500 es un índice que agrupa a las 500 empresas más grandes que cotizan en la bolsa de Estados Unidos. Un comité las elige según ciertos criterios (tamaño, liquidez…). Es como el termómetro principal de la economía estadounidense y, créeme, lo que pasa allí, nos afecta aquí.

¿Cómo funciona y por qué deberías conocerlo?

Es el índice más famoso y seguido del mundo. ¿Y eso qué implica?

  • Atrae pasta a espuertas: Millones y millones de euros de inversión pasiva (fondos indexados, ETFs) van directos a replicar este índice. Esto puede magnificar las subidas… y las bajadas.
  • Efecto rebaño: Como todo el mundo lo mira, muchos invierten en él por inercia o por miedo a quedarse atrás.
  • Es la referencia: Casi todos los gestores profesionales intentan (y rara vez consiguen) batir al S&P 500. Es el punto de partida lógico para la inversión indexada.
  • Indicador (con pinzas): Refleja el ánimo general de los inversores.
  • Accesible y barato: Hoy día, invertir en él es fácil y tiene costes bajos gracias a los ETFs y fondos indexados.

El Problema de la concentración: La realidad incómoda

Pero aquí viene la letra pequeña, la realidad incómoda: LA CONCENTRACIÓN.

Este es uno de los mayores riesgos ahora mismo, y tienes que entenderlo bien: el S&P 500 NO reparte el peso por igual entre sus 500 empresas. Funciona por capitalización de mercado. Las empresas más gigantes (las que más valen en bolsa) tienen un peso descomunal en el índice.

Imagina un equipo de fútbol donde el resultado depende casi exclusivamente de lo que hagan sus 2-3 estrellas (pongamos Apple, Microsoft, NVIDIA…). Aunque los otros 8 jugadores lo hagan bien, si las estrellas tienen un mal día, el equipo pierde. Esa es la «diversificación» real que te da el S&P 500.

Las 10 empresas más grandes pueden llegar a pesar un 30% o MÁS del total del índice. Si una de ellas estornuda (malos resultados, problemas legales, regulación…), el índice entero se resfría.

Gráfico mostrando la alta concentración del índice S&P 500 en sus 10 mayores empresas en 2025.

¿Qué significa esto para tu dinero?

  • Riesgo concentrado: Tu inversión «diversificada» en el S&P 500 es, en realidad, una apuesta muy fuerte por el sector tecnológico de EE.UU. y un puñado de nombres concretos. Si la tecnología corrige, tu cartera sufrirá mucho. Invertir SOLO en el S&P 500 NO es tener una cartera bien diversificada.
  • Posible desconexión: El índice puede subir gracias a las ‘Big Tech’ mientras muchas otras empresas del índice (y de la economía real) van regular.

Hazte esta pregunta: ¿Estás cómodo con este nivel de concentración? ¿Entiendes que tu suerte depende tanto de unas pocas mega-empresas? Si buscas diversificación de verdad, el S&P 500 por sí solo no basta.

La historia del S&P 500: Rentabilidad a largo plazo, cicatrices a corto

Mirar atrás es esencial, pero sin caer en la complacencia del «siempre sube». ¿Tendencia a largo plazo? Alcista, sí. La rentabilidad media histórica nominal ronda el 10%, que ajustada por inflación se queda en un 6-7% anual real (incluyendo dividendos reinvertidos).

Rentabilidad histórica (con matices)

Rentabilidad histórica del índice S&P 500

Históricamente, la tendencia es alcista, sí. La rentabilidad media anual ha rondado el 10% nominal (antes de inflación). Si ajustamos por inflación y reinvertimos dividendos, hablamos de un 6-7% real anual de media histórica.

Suena bien, ¿verdad? Pero esa rentabilidad tiene un precio, y solo la consiguen quienes:

  1. Se mantienen invertidos DURANTE TODO el periodo (décadas).
  2. Aguantan las peores caídas sin vender presas del pánico.
  3. Reinvertierten constantemente los dividendos.

La volatilidad no es un accidente, es parte del juego (y duele muucho)

El camino está lleno de baches. La volatilidad no es un error, es la naturaleza de la renta variable. Sin ella, no habría potencial de rentabilidad superior (ganar más dinero). Tienes que asumirla y aprender a gestionarla.

El S&P 500 ha tenido:

  • Años de euforia (+20%, +30%).
  • Años de pérdidas duras (-10%, -20%, o peor).
  • Correcciones (-10%): Ocurren casi cada año. Son normales.
  • Mercados Bajistas (-20% o más): Pasan cada ciertos años. Ver cómo tu dinero se reduce a la mitad (como en la crisis de 2008) es una prueba mental brutal. La mayoría no lo aguanta si no está preparado.

Ejemplos de batacazos históricos:

  • Crisis Financiera 2008-2009: Caída de más del 50%. Tardó AÑOS en recuperarse.
  • Crash COVID (Marzo 2020): Caída del -30% en pocas semanas. Rápido y violento.
  • Burbuja .com (2000-2002): Casi tres años seguidos de caídas. Desgaste lento y doloroso.

La trampa de la recuperación y la impaciencia

Sí, históricamente siempre se ha recuperado. PERO… la recuperación de 2008 tardó unos 5-6 años solo para volver al nivel anterior. ¡Seis años viendo tu inversión en rojo o plana! La del COVID fue anormalmente rápida gracias a los estímulos masivos. Nadie sabe cuánto tardará la próxima recuperación. Basar tu estrategia en que «se recuperará rápido» es un billete directo al desastre.

Rentabilidad media anual del S&P 500 (ajustada por inflación) – Datos orientativos

rentabilidad s&p 500 últimos 10 años
Periodo (hasta finales 2024)Rentabilidad Media Anual (Real)Notas Clave
Últimos 5 años (2019-2024)~8.9%Muy volátil, fuerte recuperación post-COVID
Últimos 10 años (2014-2024)~8.0%Periodo mayormente alcista post-crisis 2008
Últimos 20 años (2004-2024)~5.7%Incluye el impacto completo de la crisis 2008
Últimos 30 años (1994-2024)~6.3%Incluye burbuja .com y crisis 2008

Fuente: Cálculos orientativos basados en datos históricos. Recuerda: Rentabilidades pasadas NO garantizan rentabilidades futuras. Grábatelo a fuego.

El interés compuesto es la magia de la inversión a largo plazo, pero necesita dos cosas: tiempo (décadas) y capital que permanezca invertido. Si vendes en pánico, rompes la cadena y destruyes tu potencial de crecimiento.

Entender que la volatilidad es el peaje a pagar por una potencial mayor rentabilidad es VITAL para decidir si es buen momento para invertir en S&P 500 para TI. La historia premia la paciencia y la disciplina. ¿Las tienes?

El escenario actual (Abril 2025): Navegando en aguas turbulentas

Tras años de subidas post-pandemia, el contexto actual de abril de 2025 es complicado y de riesgo elevado. El S&P 500 ha mostrado debilidad reciente y la volatilidad sigue alta. Ignorar esto sería de tontos.

Factores críticos que pesan hoy:

Es buen momento para invertir en sp 500 1
  1. Tensiones comerciales y aranceles: Generan incertidumbre para las multinacionales (muchas están en el S&P 500). Impactan en costes, beneficios y cadenas de suministro. Sectores como tecnología, industria y consumo son sensibles.
  2. Inflación persistente: Sigue alta, por encima del objetivo de los bancos centrales. Esto obliga a mantener los tipos de interés elevados durante más tiempo. El dinero caro frena la economía, afecta al consumo y presiona las valoraciones de las empresas, especialmente las tecnológicas y las endeudadas.
  3. Bancos centrales en la cuerda floja: Intentan enfriar la inflación sin cargarse la economía (provocar una recesión profunda). Un equilibrio muy difícil.
  4. Riesgo real de recesión: La combinación de inflación alta, tipos de interés elevados y tensiones geopolíticas aumenta la probabilidad de una recesión económica en EE.UU. o a nivel global. Históricamente, las recesiones significan caídas fuertes para el S&P 500.
  5. Inestabilidad geopolítica: Conflictos activos (Ucrania) y tensiones latentes (China, Oriente Medio) añaden capas de riesgo impredecibles (problemas energéticos, bloqueos comerciales, etc.).

Estos factores no actúan por separado, se retroalimentan. Intentar predecir qué pasará exactamente es jugar a la lotería. Tu decisión sobre si invertir en el S&P 500 ahora debe basarse en TU estrategia, TU perfil de riesgo y TU horizonte temporal, no en intentar adivinar el futuro a corto plazo.

Invertir ahora en S&P 500: Realidades a evaluar (pros y contras)

Vale, pongamos las cartas sobre la mesa específicamente para el momento actual (abril 2025).

Posibles ventajas (SOLO si cumples estos requisitos)

  • Potencial a MUY largo plazo: Si tu horizonte es de 15, 20 años o más. Si puedes reinvertir dividendos y, sobre todo, si tienes el estómago para aguantar caídas del 30-50% sin vender. Sin esto, entrar ahora es una apuesta muy arriesgada.
  • Acceso a la economía USA (con matices): Te expones a las grandes empresas americanas. Reduce el riesgo de que una sola empresa quiebre y te arruine, pero recuerda: la concentración actual es un riesgo enorme en sí mismo.
  • Facilidad y bajo coste: Invertir vía ETFs o fondos indexados es barato y sencillo hoy en día. Minimizar costes (el famoso TER) es clave para tu rentabilidad final.

Contras (la cruda realidad actual y estructural)

  • Volatilidad extrema garantizada: Asume que tu inversión va a subir y bajar con violencia. Si necesitas el dinero en menos de 10-15 años, o si sabes que no dormirías viendo tu inversión caer un 30%, la renta variable (y el S&P 500) NO es para ti. Sobreestimar tu tolerancia al riesgo es el error más caro que puedes cometer.
  • Concentración peligrosa: Repito: dependes masivamente de unas pocas tecnológicas gigantes. Si les va mal, a ti también.
  • Riesgo de mercado imparable: Si hay una crisis global gorda, el S&P 500 se va a resentir sí o sí. La «diversificación» dentro del índice no te salva del riesgo sistémico.
  • Visión de túnel geográfica: Apostar todo tu dinero solo a EE.UU. es estratégicamente pobre. Ignoras oportunidades en otras partes del mundo (Europa, Mercados Emergentes) y te comes el 100% del riesgo de que a EE.UU. le vaya mal. Una cartera globalmente diversificada es mucho más robusta y sensata a largo plazo.

Mitos que te hacen perder dinero

  • «Voy a esperar a que toque fondo para comprar.» – Imposible saber cuándo es el fondo. El coste de estar fuera del mercado esperando suele ser mayor que el de entrar «un poco antes».
  • «Si está cayendo, mejor no invertir o vender.» – Mentalidad perdedora. Es la forma más segura de garantizar pérdidas. Compras caro y vendes barato.
  • «Para invertir necesitas mucho dinero.» – Falso. Hoy puedes empezar con cantidades pequeñas.
  • «Invertir en índices es de tontos, es demasiado simple.» – Falso. Es la estrategia más inteligente para la mayoría, basada en décadas de evidencia. Te centras en lo que SÍ puedes controlar: costes, disciplina y tu plan.

Tu peor enemigo: ¿Por qué tu mente puede sabotear tu inversión?

Puedes tener la mejor estrategia del mundo, pero si no controlas tus emociones, estás perdido. Tu comportamiento es más importante que cualquier análisis técnico. El miedo y la codicia son los mayores destructores de riqueza. Conceptos de finanzas conductuales como la aversión a la pérdida (odiamos perder más de lo que disfrutamos ganar), el efecto rebaño (hacer lo que hacen todos) o el exceso de confianza (creernos más listos que el mercado) son trampas mortales.

Pregúntate con sinceridad:

  • ¿Venderás todo presa del pánico la próxima vez que tu inversión caiga un 30%?
  • ¿Comprarás más y más cuando todo suba sin parar, cegado por la euforia (el famoso FOMO o miedo a quedarse fuera)?
  • ¿Seguirás tu plan o te dejarás llevar por el último titular catastrofista o la última recomendación «estrella»?

Tus reacciones emocionales, no el mercado, son las que probablemente te harán palmar pasta. El «mejor momento para invertir» da igual si no estás mentalmente preparado, no tienes una estrategia clara y te falta disciplina. El autoconocimiento y el control emocional valen oro en este juego.

Estrategias que SÍ funcionan (si tienes disciplina de acero)

Si después de todo esto decides seguir adelante, necesitas un MÉTODO. La improvisación es el camino al fracaso. La disciplina en la ejecución lo es todo.

1. Inversión periódica (DCA – Dollar Cost Averaging)

  • Qué es: Invertir la misma cantidad de dinero (ej: 100€) en el mismo activo (ej: un ETF del S&P 500 o uno global) a intervalos fijos (ej: cada mes), sin importar si el mercado sube o baja. Es un sistema anti-emociones.
  • Por qué funciona: Elimina el estrés de intentar adivinar el «mejor momento». Compras más participaciones cuando está barato y menos cuando está caro, promediando el precio. Te obliga a ser constante. Su mayor virtud es psicológica: te ayuda a CUMPLIR el plan.
  • La «pega»: Si el mercado solo sube y sube, habrías ganado más metiendo todo el dinero de golpe al principio (Lump Sum). Pero como nadie sabe qué hará el mercado, el DCA es una estrategia mucho más segura desde el punto de vista conductual.

2. Comprar y mantener (Buy and Hold)

  • Qué es: No es «comprar y olvidar». Es una filosofía: eliges bien tus inversiones (idealmente, fondos indexados globales y diversificados), compras y mantienes durante DÉCADAS. Ignoras el ruido del mercado, revisas tu cartera una o dos veces al año y rebalanceas si es necesario.
  • Por qué funciona: Permite que la magia del interés compuesto haga su trabajo a largo plazo. Evita los errores de intentar comprar y vender en el momento justo (market timing). Minimiza costes (comisiones e impuestos). Reduce el estrés.
  • El requisito: Necesitas disciplina de acero, paciencia infinita y una convicción profunda en tu estrategia. Aguantar caídas del 50% sin pestañear (porque sabes que es parte del plan a largo plazo) requiere una fortaleza mental que se entrena.

¿La combinación inteligente?

Para la mayoría, lo más sensato es combinar ambas:

  • Buy and Hold como la estrategia general a largo plazo (invertir para décadas en activos diversificados).
  • DCA como el método para realizar las aportaciones periódicas (cada mes, por ejemplo).

Si tienes una cantidad grande de dinero para invertir de golpe (una herencia, un bonus…), invertirlo todo de una vez (Lump Sum) suele dar mejores resultados históricos. PERO, si eso te genera mucha ansiedad, hacer un DCA con esa suma durante 6-12 meses puede ser psicológicamente más llevadero. Prioriza siempre la estrategia que SEPAS que vas a poder cumplir sin abandonarla a la primera de cambio. Una estrategia «buena» bien ejecutada es mil veces mejor que una estrategia «perfecta» abandonada por miedo.

Más allá del S&P 500: El poder olvidado de la diversificación global

Ya hemos visto que invertir solo en el S&P 500 te deja muy expuesto a EE.UU. y a unas pocas tecnológicas. La solución estratégica es la diversificación GLOBAL.

En lugar de (o además de) un ETF del S&P 500, considera fondos indexados que inviertan en TODO el mundo desarrollado, o incluso que incluyan mercados emergentes. Un ejemplo clásico es un fondo indexado al índice MSCI World (países desarrollados) o MSCI ACWI (desarrollados + emergentes).

¿Por qué es mejor una cartera global?

  • Reduce la dependencia de un solo país: Si a EE.UU. le va mal, otras regiones pueden compensarlo (y viceversa).
  • Suaviza la volatilidad: Diferentes mercados no siempre se mueven igual. Una cartera global tiende a ser menos volátil que una centrada en un solo país.
  • Captura oportunidades globales: No te pierdes el crecimiento potencial de otras economías.

Mi enfoque estratégico aplicado

Mi enfoque personal (y el que considero más sensato para la mayoría a largo plazo):

  • Horizonte: Décadas. Innegociable. Si necesitas el dinero antes de 10-15 años, busca opciones de menor riesgo.
  • Vehículo: Fondos indexados o ETFs globales de bajo coste (TER mínimo), preferiblemente de acumulación para diferir impuestos. Gestión pasiva total.
  • Asignación de activos (Asset Allocation): La decisión MÁS importante.
    • Renta Variable (Acciones): Mayor parte de la cartera, pero DIVERSIFICADA GLOBALMENTE (MSCI World o ACWI como núcleo). El S&P 500 puede ser un componente, pero NUNCA el 100%.
    • Renta Fija (Bonos): Una proporción de bonos globales de alta calidad (gobiernos solventes) a través de fondos indexados baratos. Ayudan a estabilizar la cartera en las caídas. La proporción acciones/bonos depende de tu edad y tolerancia al riesgo (más joven = más acciones; más cerca de la jubilación = más bonos).
  • Entrada y aportaciones: DCA sistemático cada mes. Para sumas grandes iniciales, quizás invertir una parte de golpe y el resto con DCA en 6-12 meses.
  • Gestión: Buy and Hold férreo. Aportar pase lo que pase. No tocar nada por noticias o miedo. Rebalancear una vez al año (o si las proporciones se desvían mucho) para volver a tu plan original.

Mi filosofía: controlar lo controlable (costes, diversificación global, disciplina, tiempo). El S&P 500 es solo una pieza, no el puzle entero.

Cómo invertir en el S&P 500 (o globalmente) desde España: Guía práctica

Si has decidido dar el paso (con cabeza), la ejecución tiene que ser metódica.

Pasos clave

  1. Define tu estrategia por escrito: ¿Objetivos? ¿Horizonte real? ¿Cuánta caída MÁXIMA aguantarías sin vender? ¿Qué porcentaje en acciones globales y qué porcentaje en bonos? ¿Cuánto puedes invertir cada mes? ¡Escríbelo! Que sea tu hoja de ruta.
  2. Elige una plataforma (Bróker o Roboadvisor): Compara opciones. Busca:
    • Comisiones MÍNIMAS: Clave a largo plazo. Huye de los bancos tradicionales caros. Mira brókers online (Degiro, Interactive Brokers, Trading 212…) o roboadvisors (Indexa Capital, InbestMe…) si quieres automatización total.
    • Acceso a productos adecuados: Que ofrezcan los ETFs o fondos indexados que buscas (globales, S&P 500, de acumulación, con TER bajo…). Gestoras clave: Vanguard, iShares (BlackRock), Amundi, Xtrackers…
    • Facilidad de uso: Que entiendas la plataforma. Ideal si permite automatizar el DCA.
    • Seguridad y regulación: Que esté regulado por la CNMV o un organismo europeo equivalente y adherido a un fondo de garantía como el FOGAIN.
  3. Selecciona el producto concreto (ETF o Fondo): No todos los ETFs del S&P 500 (o del MSCI World) son iguales.
    • Compara el ISIN (el DNI del producto) usando este checklist:
    • Criterio ideal (No Negociable para Largo Plazo)
    • TER (coste anual) Lo más bajo posible (idealmente < 0.15% para S&P500/Globales)
    • Política dividendos acumulación (Acc) (Reinvierte automáticamente)
    • Réplica Física (mejor que sintética por transparencia)
    • Divisa del fondo EUR (para evitar líos de cambio al comprar/vender)
    • Divisa subyacente USD (para S&P500), Global (para MSCI World/ACWI) – Sin cubrir Domicilio Irlanda o Luxemburgo (optimización fiscal dividendos – UCITS)
    • Gestora reconocida y fiable (Vanguard, iShares, Amundi…)
  4. Ejecuta la compra y automatiza: Una vez elegido el ISIN, búscalo en tu bróker, introduce la cantidad a invertir y confirma. LO MÁS IMPORTANTE: programa inmediatamente la compra automática mensual (DCA) si tu plataforma lo permite.
  5. Seguimiento mínimo, ajuste anual: Olvídate de mirar la cartera cada día (o cada semana). Eso solo genera ansiedad. Revisa tu plan y tu cartera 1-2 veces al año. Rebalancea si es necesario para volver a tu estrategia original. ¡Y sigue aportando!

Las herramientas existen y son accesibles. La ejecución disciplinada depende 100% de ti.

Conclusión: La decisión es tuya, tómala con cabeza

Volvemos a la pregunta inicial: ¿Es buen momento para invertir en S&P 500? La respuesta honesta y directa es: NADIE TIENE NI IDEA.

La pregunta importante es: ¿Es buen momento PARA TI, según tu plan, tu aguante y tu horizonte?

Recuerda los puntos clave sin adornos:

  • S&P 500: Potencial a largo plazo SÍ, pero volatilidad y caídas gordas son parte del pack. SIEMPRE.
  • Contexto Abril 2025: Complicado, riesgos altos. No es momento de euforias, sino de prudencia y estrategia.
  • S&P 500 SOLO: Es una apuesta concentrada en EE.UU. y en pocas tecnológicas. Estratégicamente, la diversificación global es superior.
  • Tu cabeza y tu disciplina: Valen más que intentar adivinar el mercado. Son tu mejor activo (o tu peor enemigo).
  • Existen métodos: DCA, Buy and Hold, ETFs/fondos baratos y globales son tus herramientas.

La decisión exige que te mires al espejo y seas brutalmente honesto:

  • ¿Mi horizonte es de DÉCADAS de verdad?
  • ¿Tengo el TEMPLE para ver mi dinero caer un 30%, 40% o 50% y NO vender, sino seguir aportando? (¡La respuesta MÁS importante!)
  • ¿Entiendo los RIESGOS (concentración, volatilidad, recesión…)?
  • ¿Tengo mi ESTRATEGIA GLOBAL definida POR ESCRITO?

El veredicto: Mi perspectiva estratégica

  • Si tu horizonte es de décadas, estás mentalmente preparado para las caídas, y tienes una estrategia global diversificada y de bajo coste definida: El momento exacto de entrada es secundario. Lo importante es seguir tu plan de aportaciones periódicas (DCA) pase lo que pase. Las caídas son oportunidades de comprar más barato dentro de tu plan.
  • Si tu horizonte es más corto (<10-15 años), si sabes que venderías en pánico, si no entiendes bien los riesgos o no tienes una estrategia clara: Entonces NO, probablemente no es buen momento para invertir en S&P 500 (ni en renta variable en general con dinero que necesites). Céntrate primero en formarte, ahorrar, definir tu plan y, si es necesario, buscar asesoramiento financiero INDEPENDIENTE.

No busques la respuesta mágica fuera. Búscala dentro, en tu propia situación y preparación. La inversión con éxito no va de pelotazos, va de método, disciplina, costes bajos y control emocional.

Ahora, la pregunta de verdad es: ¿Qué vas a hacer TÚ?

Tu primer paso REAL no es buscar el ETF perfecto. Es coger papel y boli (o abrir un documento) y escribir AHORA MISMO:

  1. Mis objetivos financieros CLAROS.
  2. Mi horizonte temporal REALISTA (años).
  3. Mi capacidad de ahorro/inversión mensual FIJA.
  4. Mi plan de Asset Allocation GLOBAL (% acciones / % bonos).

Hazlo hoy. Ese es el verdadero punto de partida. Toma el control.

Mucha suerte.

Ascenso Financiero.


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